Los problemas de la reacción penal en el ámbito de las relaciones íntimas

By Luis Enrique García Delgado Imaginemos que quedamos con una persona a la que admiramos profundamente, tras un conocimiento no especialmente profundo, por cualidades positivas que le atribuyamos, tales como inteligencia, educación, empatía o preocupación por los demás. Ese mismo día nos propone mantener con ella un encuentro sexual en su domicilio, lo que aceptamos encantados. Cuando llegamos al lugar, nos pide que asumamos un rol o usemos de un fetiche determinado, nos pongamos lencería fina y practiquemos el sexo de una determinada manera. Pese a nuestro inicial reparo, aceptamos, deslumbrados como estamos por la otra persona. Tras practicar el acto, durante el cual notamos que esa persona no se interesa por nuestro bienestar y menos por nuestro placer, nos encontramos con que pasa a una situación de «ausencia», procediendo a continuación a dejar 20 euros en la mesilla para que cojamos el taxi y nos pide que nos marchemos cuanto antes del inmueble, pues es su piso y no nos quiere allí. En los días posteriores, ni nos llama ni contesta a nuestras llamadas, desapareciendo cualquier interés que antes pudiera haber mostrado por nosotros. Parece obvio que la persona que así es tratada (básicamente, como un objeto) tendrá sentimientos de dolor, decepción y desagrado. […]

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